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Qué significa que el motor del auto vibre o tiemble

En condiciones normales, todo motor de combustión interna genera cierto nivel de vibración. Es un fenómeno físico inevitable: los pistones suben y bajan, las bielas oscilan y el cigüeñal gira...

En condiciones normales, todo motor de combustión interna genera cierto nivel de vibración. Es un fenómeno físico inevitable: los pistones suben y bajan, las bielas oscilan y el cigüeñal gira, creando fuerzas alternantes que los ingenieros buscan equilibrar mediante contrapesos, soportes y amortiguadores.

Pero cuando esas vibraciones superan lo esperable —cuando el motor tiembla más de lo habitual en marcha— pueden ser el síntoma de un problema técnico que conviene atender a tiempo.

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El aumento de vibraciones suele estar vinculado con desequilibrios, fallas de combustión o desgaste mecánico. Los motores modernos están diseñados para mantener un equilibrio casi perfecto: cuando ese equilibrio se rompe, la vibración se amplifica y puede propagarse al chasis, al volante o incluso al habitáculo.

Entre las señales más frecuentes se encuentran el ralentí irregular (número mínimo de revoluciones por minuto a las que puede funcionar un motor sin apagarse), el movimiento visible del motor al abrir el capó, los ruidos o golpeteos metálicos y una sensación de sacudida al acelerar o frenar.

Una de las causas más comunes es la combustión irregular. Cuando uno o más cilindros no queman correctamente la mezcla de aire y combustible, el par motor se vuelve desigual y aparecen pulsos irregulares que hacen temblar el motor.

Otra causa habitual está relacionada con los soportes del motor, encargados de aislar la vibración respecto del chasis. Estos elementos, fabricados en goma o en sistemas hidráulicos, se degradan con el tiempo y pierden su capacidad de amortiguación. Cuando eso ocurre, la vibración del bloque se transmite directamente a la carrocería, generando sacudidas perceptibles.

El desequilibrio mecánico también puede ser responsable. Por ejemplo, un cigüeñal con desgaste irregular puede romper la simetría interna del conjunto. A medida que las revoluciones aumentan, las fuerzas centrífugas de esos desbalances se intensifican, amplificando la vibración y afectando la durabilidad de los componentes.

En otros casos, el origen no está dentro del motor sino en sus sistemas auxiliares. Un alternador o una bomba de agua desalineados, una correa floja o un compresor del aire acondicionado defectuoso pueden generar vibraciones localizadas que se confunden con fallas del propulsor.

Finalmente, el desgaste interno o una lubricación deficiente pueden provocar que los componentes se muevan más de lo previsto dentro de sus tolerancias, generando microgolpeteos que se traducen en vibraciones irregulares. A la larga, ese desgaste puede derivar en daños graves si no se corrige.

El exceso de vibración no solo resulta molesto, sino que acorta la vida útil de las piezas acelerando su deterioro. Los especialistas coinciden en que no conviene subestimar el problema y que una revisión temprana permite identificar el origen y la frecuencia de la vibración.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/autos/que-significa-que-el-motor-del-auto-vibre-o-tiemble-nid23102025/

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