Remitee: se dedican a gestionar transferencias de fondos del exterior y recibieron US$20 millones de inversión
Remitee es una empresa argentina que tiene como eje de su negocio facilitar una de las necesidades más frecuentes entre migrantes y trabajadores que viven fuera de sus países: ...
Remitee es una empresa argentina que tiene como eje de su negocio facilitar una de las necesidades más frecuentes entre migrantes y trabajadores que viven fuera de sus países: el manejo de remesas y envío de fondos al exterior. Fundada en 2016, la firma acaba de recibir una inversión de US$20 millones para ampliar su operación, que tiene como pilares al mercado latinoamericano, Estados Unidos y Europa Occidental.
El servicio de la compañía apunta a resolver las posibilidades para que una persona, radicada en cualquier país, pueda enviar fondos o gestionar pagos como las facturas de servicios u otras opciones, desde su ubicación, para otros mercados. Sergio Saravia, uno de sus fundadores, contó a LA NACION que la idea surgió de su experiencia personal: durante su infancia, su padre debía manejar 80 kilómetros para poder depositar dinero y enviarlo hacia Bolivia, donde residía parte de su familia.
“Nuestro mercado son los migrantes”, explica Saravia, quien se desempeñó como CFO de Sur y Centroamérica en Western Union. Luego, cofundó Remitee junto a Eduardo Hamel, chileno que fue CCO de Sodimac, y Nicolás Zamudio, quien fue gerente de Administración y Finanzas de Arsat.
En el camino hasta hoy, cuenta que redefinieron su modelo de negocio: inicialmente Remitee funcionaba como una plataforma que ofrecía su funcionalidad directamente a los usuarios finales. Hace algunos años, cambiaron el esquema y adoptaron un modelo B2B2C (business-to-business-to-consumer) mediante el cual su servicio brinda soporte a las aplicaciones o plataformas directamente a bancos o fintech.
“Nos dedicamos a ser transparentes a los usuarios. Nuestro foco es hacerles la vida más fácil a los migrantes, y si les pido que bajen otra app, nueva, no estaba siendo así. Es como si le pidiera que saque la plata, y fuera a un local a depositarla. Mucho mejor encontrar el botón al lado de otras opciones en la app que ya usan”, explica Saravia.
“En 2017 empezamos siendo una app, y en esos primeros tres años aprendimos que lograr una base de clientes demanda tiempo y dinero. Y siempre entendimos que lo que tenemos que resolver son las necesidades familiares en monedas diferentes”, relata el ejecutivo, y agrega: “Lo mejor que le puede pasar al usuario es tener embebido el servicio en su app. La experiencia es mejor, y desde el lado de cada banco, retienen los depósitos y al cliente, que es su principal variable de crecimiento”.
En el mercado argentino, Banco Galicia y Brubank son algunas entidades que usan su infraestructura, que gestiona el giro de fondos al exterior y las cuestiones regulatorias. En Chile trabajan con Santander, Banco Estado y Banco Falabella (también en Colombia) y con Banco Crédito de Perú.
Actualmente, la empresa cuenta, según Saravia, con un plantel de 110 empleados (entre desarrolladores, finanzas, responsables legales y funciones comerciales) y el 90% trabaja en el país. También tienen oficinas en Chile, Perú, Colombia, España, Estados Unidos y desde esta semana en México. “Desde mayo del año pasado somos una empresa rentable, y en los últimos dos años logramos cada año cuadruplicar el tamaño de la firma”, cuenta Saravia en diálogo con LA NACION.
El plan es ampliar sus negocios regionales. Ese será el destino de los US$20 millones que recaudó en su última ronda de inversión, que estuvo encabezada por fondos como Krealo, Wind Ventures, Soma Capital, Redwood Ventures, Latitud y Algorand.
El movimiento de remesas representa un segmento en expansión. Así lo reflejan datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que indican que en 2024 los flujos hacia America Latina y el Caribe crecieron un 9% y superaron los US$150.000 millones.
“Básicamente, queremos expandirnos a otros mercados y lograr más profundidad en los que estamos”, dice Saravia, quien apunta al ‘triángulo’ base de su negocio: el mercado latinoamericano, Estados Unidos y Europa Occidental (España, Portugal, Francia y España), que concentran a miles de latinos.
Especialmente en el mercado argentino, Saravia advierte que existe un potencial de expansión a partir de la flexibilización del cepo. “Cuando hay muchos controles, el dinero tiende a moverse por mercados informales. Y hoy, al hacerse más estándar para lo que son otros países, vemos una vuelta al mercado formal, y eso genera una gran oportunidad para las entidades bancarias y fintech para dar ese servicio y capitalizarlo”, define.