Los protagonistas de «Perfect Days» La presentación este jueves en la Selección Oficial del bello y encantador filme de Wim Wenders «Perfect Days», sobre un trabajador que limpia baños públicos en Tokio, lo puso en punta y como candidato casi irresistible a la Palma de Oro que el Festival entrega este sábado. El alemán ya alzó la Palma de Oro pero 39 años atrás, con la sorprendente «Paris, Texas», que dejó al mundo con la boca abierta durante varios años.»Perfect Days» es la segunda vez que Wenders explora la capital japonesa luego de su magnífica «Tokio-Ga» de 1985, donde recurría al documental para hablar del maestro del cine nipón, que en parte ayudó a popularizar en Occidente, Yasujiro Ozu, autor de obras maestras como «Cuentos de Tokio», por citar sólo la más conocida y la que rápidamente viene a la memoria. En «Perfect Days», Wenders vuelve a la sensibilidad y limpieza de sus mejores momentos para una historia sobre las formas de belleza que puede adquirir la vida alejada de las ambiciones más banales y fatuas, que son las que suelen mover los hilos en la vida de todos. Hirayama (gran interpretación de Koji Yakusho) se levanta todas las mañanas, sube a su pequeño vehículo y recorre baños públicos de Tokio, que limpia con esmero y pulcritud. Los baños de Tokio son, en sí mismos, obras de arquitectura superiores y se disfruta cada uno de ellos, aunque esto pueda parecer extraño. Unos tienen formas cónicas y se reúnen de a cinco, por ejemplo; otros cambian el color de sus vidrios al cerrarse el pestillo de la puerta y de transparentes pasan a impedir el pasaje de la luz y vuelven invisible el interior. Wenders se detiene también en los árboles de las plazas, en la extraña belleza de las autopistas, en el río que cruza la ciudad con sus puentes, en torres luminosas, en techos de chapa, en calles angostas y pequeñas, en las distintas horas del día. Win Wenders. (Foto AFP) La vida de Hirayama es rutinaria, repetitiva, hace el mismo trabajo, come en los mismos lugares, cuando vuelve de la faena diaria estaciona el automóvil y toma una bicicleta vieja por la que anda por la ciudad haciendo recados o trámites, generalmente sonríe, nunca se queja, parece un ser bondadoso. Casi no habla, su compañero de trabajo le dice a su novia: «no te preocupes, él no habla», y de hecho no se lo escucha hablar casi hasta el final de la película. Además de estas características posee otras; está aferrado a ciertos objetos que la sociedad tecnológica digitalizó y sigue prefiriendo el contacto material con algunas cosas: escucha música en casetes, lee libros en papel, anda en bicicleta, saca fotografías con una cámara instantánea con rollo que revela todas las semanas.En el altillo de su casa humilde y limpia tiene una pequeña constelación de árboles y plantas que riega todas las mañanas con cuidado, en la biblioteca hay muchos libros. Al igual que «Fallen Leaves», …