Cecilia De Vincenti, hija de Azucena Villaflor, y Mabel Careaga se pusieron al frente el pedido de repatriación del avión que trasladó a sus madres / Foto: Florencia Downes. El Skyvan con el que fueron arrojadas vivas al mar doce personas secuestradas en la Escuela Mecánica de la Armada, entre ellas tres fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, es utilizado en los Estados Unidos para hacer paracaidismo. La siniestra asimetría, la de arrojarse al vacío con paracaídas y la de ser tirado con fines de exterminio, acaba de ser reparada por el Estado argentino, que en la segunda quincena de junio repatriará a la aeronave para transformarla en un símbolo de memoria.“¿Y si empezamos a hacer las cosas para que el avión vuelva?”Mabel Careaga Las gestiones para la repatriación del Skyvan PA-51 empezaron con el fin de la pandemia. Cecilia De Vincenti, hija de Azucena Villaflor, recibió un llamado telefónico de Mabel Careaga, hija de otra Madre desaparecida, Esther Ballestrino de Careaga, en el que le propuso: “¿Y si empezamos a hacer las cosas para que el avión vuelva?” ¿Dónde está el avión? “El fotógrafo italiano Giancarlo Ceraudo, que cubría los juicios por los Vuelos de la Muerte, dice: si hay juicio, hubo vuelos, y si hubo vuelos, hubo aviones ¿Dónde están los aviones? Y junto a la periodista Miriam Lewin se propuso encontrarlos”, relata De Vincenti a Télam. Y eso ocurrió en 2010, cuando Cerrudo y Lewin finalmente encontraron al Skyvan PA-51 en Florida, Estados Unidos. Era uno de los cinco aviones de ese tipo que la Prefectura Naval tuvo durante la última dictadura y que fue utilizado el 14 de diciembre de 1977 para arrojar con vida al mar a 12 personas, quien había estado en cautiverio en la Escuela Mecánica de la Armada. Entre ellas a las cofundadoras de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, Esther Careaga y María Bianco, y a las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet. Todas secuestradas a instancias del marino Alfredo Astiz, quien se había infiltrado en las primeras rondas de las madres que buscaban a sus hijos y en las reuniones que se realizaban en la Iglesia de la Santa Cruz. La persistencia, la memoriaDespués de aquel primer llamado, Cecilia y Mabel deciden ir a ver a Tati Almeida, quien no duda en acompañarlas para pedir la repatriación. El grupo, al que se suma Héctor Francisetti, marido de Mabel, recorrerá distintos despachos oficiales. Incluso llegará con el pedido hasta el propio presidente Alberto Fernández.“El mismo día que se esparcieron las cenizas de Hebe (de Bonafini) en la Plaza de Mayo -recuerda De Vincenti- tuvimos la reunión con el ministro de Economía, Sergio Massa, que era la última puerta que nos quedaba por golpear. Mientras nosotros hablábamos él leía lo que le habíamos llevado, la patente del avión y los demás datos de los que disponíamos. Recuerdo que tenía el celular en la mano y de golpe nos dice: el avión voló la semana pasada”. «Y …