Feiling, narrador y poeta. Libro extraño e inhallable durante años, acaba de salir una nueva edición de «Amor a Roma», el volumen de poemas del escritor Charlie Feiling (1961-1997) que vuelve a las librerías como parte del rescate de la obra del autor de «El agua electrizada», impulsado entre otros por el recientemente fallecido narrador y editor Luis Chitarroni, quien le dedicó a esta obra un prólogo que se convirtió en uno de los últimos textos a los que consagró su celebrada erudición. Configurada por poemas propios del autor de «El mal menor» y versiones de algunos escritos por otros poetas «Amor a Roma» es un objeto único en el que conviven la literatura latina, la del barroco español y la inglesa de cualquier época, lo culto y la obscenidad. «Tuvimos nuestra edad para perderlo todo; / ahora escarba el cráneo, desafina, / querido José Luis, tu fútil modo / de mentirme una muerte. Mil veces argentina», finaliza «País de mala muerte», una de las «versiones» -como llamaba Feiling a sus poemas- que aparecen en la obra que acaba de publicar la editorial La Bestia Equilátera. A pesar de que el prologuista del libro, el escritor Luis Chitarroni, murió hace menos de una semana a los 64 años y que su amigo, el narrador y poeta rosarino Charlie Feiling, lo hizo en 1997, a los 36 años, este libro «desmiente» la muerte, como dicen esos versos, porque la vitalidad de sus páginas presenta a dos escritores con ganas de disfrutar de la literatura, de jugar con las palabras. Feiling afirmaba que «Amor a Roma» era al mismo tiempo su último libro y el más antiguo de los cuatro que había escrito. Comenzó su escritura en 1979 y la terminó en 1989, pero recién corrigió los originales entre 1991 y 1994. En una entrevista, el autor explicaba cómo la escritura de este poemario lo acompañó a lo largo de ese tempo, cuando «ingresaba en la carrera de Letras, emigraba y volvía al país, me casaba, enfermaba de gravedad y me curaba por un rato, me graduaba y dedicaba a la docencia universitaria, emigraba otra vez, me divorciaba, decidía abandonar la docencia y regresar al país para dedicarme de lleno al periodismo y la literatura, me enamoraba para siempre, publicaba dos novelas y terminaba una tercera». Charly Feiling junto a Chitarroni que escribió el prólogo. La reedición que acaba de llegar a las librerías tiene el prólogo de Chitarroni, que habla de la relación entre él y Charlie (Feiling), quien solía llevarles las distintas versiones de sus poemas. El texto menciona la forma en que trabajaban juntos en los poemas y la importancia que tenía para Feiling la selección y traducción de los mismos. «No existen – me animo a afirmar- discrepancias entre el trabajo de práctica de los poemas y las traducciones. La elaboración tiene diferencias, si bien discutibles, porque los poemas propios se ajustan solo a las leyes y condiciones que les ha impuesto él …

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