Foto: Agencia Andina La decisión unilateral del Congreso de Perú de declarar «persona no grata» al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, profundizó esta semana los problemas diplomáticos para la presidenta Dina Boluarte, enfrentada también a Bolivia, Colombia y Honduras, y fue una decisión en la que el Legislativo «no pensó en las consecuencias» para la política exterior, señalaron analistas consultados por Télam.»El Congreso no dirige la política exterior, pero no ayuda. (El Ministerio de) Relaciones Exteriores no puede ser arrastrado por el accionar ‘bruto y achorado’ del Congreso», comentó el experto peruano en asuntos internacionales Óscar Vidarte, al criticar la iniciativa del Legislativo. «Es cierto que las bases de las críticas de López Obrador son débiles, pero se debe pensar en las consecuencias. Es momento de actuar con inteligencia», apuntó Vidarte. El Congreso, controlado por fuerzas de derecha aliadas ahora con el Ejecutivo, descalificó a López Obrador por sus críticas reiteradas a Boluarte, a quien llama «usurpadora» y «espuria» desde que asumió el pasado 7 de diciembre en reemplazo del destituido Pedro Castillo, aliado del gobernante mexicano.»El problema aquí es que (el mandatario mexicano) no quiere entregar la presidencia pro témpore (de la Alianza del Pacífico, formada por los dos países más Chile y Colombia) y no reconoce a Dina Boluarte ni al Congreso peruano», justificó la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, María del Carmen Alva. Foto: AFP «Muchas gracias. Me sentiría muy mal si esos legisladores y la señora que detenta el poder me entregaran una condecoración o me aplaudieran. A lo mejor me produciría vergüenza», respondió López Obrador en rueda de prensa tras ser avisado de la declaratoria de no grato, aprobada por 65 votos contra 40. López Obrador, que quería darle asilo a Castillo -quien fue detenido cuando se dirigía a la embajada mexicana en Lima -y que se le protección a su esposa y sus hijos, sostiene que el preso ex mandatario fue depuesto por un poder político «racista» y «clasista» que no lo aceptó por su origen pobre e indígena. En ese marco, el gobernante se niega a entregarle a Boluarte la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico, que le correspondería a Perú por las rotaciones preestablecidas. Para el analista peruano de temas internacionales Farid Kahhat, si esa presidencia pro témpore es tan importante como dicen ahora el gobierno y el Congreso de Perú, «¿por qué éste último no le dio permiso al aún gobernante Castillo cuando iba a viajar a México en noviembre para recibirla?». «Ahí se ve la importancia que se le da a esa presidencia», remarcó Kahhat al criticar la posición peruana, aunque coincide en que la defensa que hace López Obrador de su ex colega no está del todo bien fundamentada. Foto: Víctor Carreira Los roces de Perú con México también se dan con Colombia, cuyo presidente, Gustavo Petro, fue igualmente declarado «no grato» por el Congreso por su persistente defensa de Castillo y su negativa …

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