Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región. La crisis orgánica del MAS Por José Llorenti* El año 2014, Evo Morales fue reelecto para una gestión más con un histórico 61%, y prácticamente venciendo en todos los departamentos del país con excepción de Beni donde perdió por aproximadamente 12 mil votos. Esta victoria desató una gran cantidad de análisis en los estudiosos de las ciencias sociales y los protagonistas políticos, sin embargo, resaltan tres explicaciones de la victoria: Álvaro García Linera, quien aseveró en un texto pequeño publicado por la vicepresidencia, que “el campo político había girado a la izquierda”, usando una metáfora tomada de los principios geométricos de Euclides y el espacio euclidiano, mezclado con la teoría de la hegemonía gramsciana. En pocas palabras, el ex vicepresidente aseveró que los valores y los principios de izquierda ahora se encontraban en el centro de la sociedad, y que existió, palabras textuales: “un cambio de posición izquierdizante en el campo político (…) (que) ha convertido a su vez a la izquierda en el “centro” de gravedad política.” Esta era la explicación de Linera para exponer la victoria de Evo. Otra explicación, no tan difundida, la realizó Roger Córtez, un intelectual de centro izquierda ecologista muy crítico al MAS en su libro; “Del Auge a la descomposición de un Proceso de Cambio 2013-2021”. Córtez, habló de que la victoria de Evo se debe más bien a que el voto fue un voto conservador, es decir, un voto para conservar lo adquirido en los últimos años de la Revolución, no tanto para profundizarla hacia un camino más izquierdista, sino más bien para cuidar los avances económicos y sociales iniciados el año 2005 (¿estabilidad?). No fue un voto porque la gente habría cambiado sus valores, sino más bien porque la gente deseaba conservar lo ganado. Era un voto pragmático. Una tercera explicación, también muy difundida mediáticamente, pero que no tuvo tanta relevancia en círculos intelectuales, fue la impulsada por sectores afines a Juan Ramón Quintana y otros grupos evistas, se denominó “factor Evo”, es decir, solo porque estaba Evo en la papeleta se ganaba cualquier elección, subordinando el MAS a la imagen del líder. Esta teoría, se argumentaba bajo el criterio de que en elecciones donde no participó Morales, como las subnacionales o las elecciones judiciales, bajaba la votación a favor del MAS, y cuando participaba ganaba. Denominamos a esta como la teoría del culto a la personalidad. Los asesores de Morales y su círculo interno, basándose en la explicación 1 y 3, pensaron que lo mejor sería cambiar la constitución para que Morales pueda postular una vez más a las elecciones el año 2019, aunque aún faltaban más de 3 años para la nueva contienda electoral. Es ahí donde se originó el referéndum del 21 de febrero para cambiar la Constitución Política del Estado. El referéndum lo perdió Evo Morales con el 49% de los votos, contra el 51% que votaron por la opción del NO, por lo cual Evo no podía ir a una elección más. Las lecturas de la derrota fueron varias, pero también resaltaron tres: Álvaro García Linera, quien era (es) el principal ideólogo del masismo, aseveró públicamente que la derrota ocurrió por las redes sociales y la guerra mediática. Razón por la cual después se creó la dirección de redes sociales y también las principales autoridades del Estado ingresaron a las redes sociales de manera tardía. La segunda explicación, también proveniente de …