Investigadores argentinos desarrollaron una app para detectar enfermedades neurodegenerativas Por Nora Bär Mucho antes de que la resonancia magnética, la tomografía por emisión de positrones y otras imágenes cerebrales nos permitieran atisbar lo que sucede en el interior de nuestro cráneo sin perforarlo, los seres humanos contábamos con otro recurso invalorable: las palabras. Éstas no solo pueden “implantarse” en el cerebro y transformarlo, sino también indicarnos cómo está funcionando. Ahora, estudios científicos de los últimos años sumados a los avances de la inteligencia artificial permiten dar un paso más y detectar pequeños cambios lingüísticos que delatan la presencia de enfermedades neurodegenerativas en desarrollo; a veces, con mayor precisión, y de forma más precoz y económica que otros métodos. Un ejemplo es TELL (siglas en inglés de Toolkit to Examine Lifelike Language), una app desarrollada por investigadores argentinos para detectar estos trastornos mediante evaluaciones automatizadas del habla. La versión 1.0 ya se está empleando en más de diez centros de Hispanoamérica. “Es un esfuerzo por trasladar años de investigación a una herramienta que puedan aplicar neurólogos, pacientes e investigadores –explica Adolfo García, director del Centro de Neurociencias Cognitivas (UdeSA), Senior Atlantic Fellow del Global Brain Health Institute (UCSF) e Investigador Asociado de la Universidad de Santiago de Chile–. Hace años que veníamos trabajando en marcadores lingüísticos de enfermedades cerebrales y siempre la idea era cómo convertir el lenguaje en algo de utilidad clínica, que sirviera para detectar enfermedades, evaluar la gravedad de ciertos cuadros y hacer predicciones sobre su posible progresión. Pero los avances eran más bien declarativos. O sea, escribíamos sobre cómo podrían aplicarse nuestros hallazgos, pero no los aplicábamos. El año pasado me puse ‘el sombrero de emprendedor’ y lanzamos una aplicación web (app) para volcar en ella muchas de las métricas que venimos desarrollando. Logramos una primera inversión de 500.000 dólares por parte de SF500, un fondo argentino que potencia start-ups de base científico-tecnológica, armamos una compañía y la app ya se está usando en varios países. Para investigación, damos licencias gratuitas y ahora estamos escalándola”. Algunas de las patologías que se pueden caracterizar con esta app son la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson y distintos tipos de demencia frontotemporal. Muchos de los marcadores que evalúa son sensibles en hablantes de distintas lenguas y dialectos. “Hay cosas que son bastante ‘agnósticas’ a la lengua –explica el científico–. Por ejemplo, un marcador típico de la enfermedad de Alzheimer es que las personas extienden las vocales, y hacen más pausas y de mayor duración cuando están hablando. Son estrategias que empleamos para pensar, para encontrar lo que queremos decir, y eso se puede captar independientemente del idioma del hablante, porque son mediciones de cuánto dura una palabra o un silencio. Otras métricas sí son más sensibles a las diferencias entre distintos idiomas, como las que apuntan a estructuras gramaticales. En este momento estamos trabajando sobre todo con español, inglés, portugués e italiano, pero también lanzamos una red internacional que se llama ‘Include’, con fondos de la Alzheimer’s Association, el Global Brain Health Institute y la Alzheimer’s Society, en la que participan 40 instituciones clínicas de más de 30 países para hacer estudios multiculturales sobre lenguaje en salud cerebral”. Hay que aclarar que los resultados que arroja la app no son un diagnóstico, sino indicadores que pueden acompañarlo, refinarlo y contribuir a la identificación diferencial de distintas patologías. “Sirven mucho para predecir cuál es la gravedad de un cuadro y pronosticar su avance –destaca García–. En los últimos trabajos que hicimos logramos discriminar entre personas con y sin enfermedad de Parkinson con más de un 90% de precisión. Lo …

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