Foto: Julián Álvarez Con el porteño teatro Coliseo a pleno y tres horas de devota lectura, Mariana Enriquez presentó «No traigan flores», una apuesta visual y sonora que hizo que la opalina luz de sus textos, algunos inéditos pero otros muy leídos, tomara al público como si de nuevos y desconocidos relatos se tratara, una audiencia que rió y aplaudió rabiosa y encantada en la oscuridad que proponía toda el aura del lugar, demostrando que además de una genial escritora, la Enriquez puede ser una grandísima narradora y una dedicada show-woman. Pasadas las siete de la tarde la fila que sale del clásico teatro, promediando Macelo T. al 1100, da vuelta media cuadra más sobre Cerrito. Llegada la hora anunciada de inicio del show, a las 20, la fila alcanzará prácticamente toda esa cuadra sobre la avenida. Enriquez aparecerá sobre el escenario media hora después, cuando desde la platea empiezan los aplausos pidiendo que salgan. En todo ese tiempo van llegando sus lectores. Se van acomodando en las butacas bordó. El que tenga suerte encontrará en su ubicación un libro de ella, autografiado por ella, «Las cosas que perdimos en el fuego», «Nuestra parte de noche». La acomodadora será severa y muy empática en esto: «Sólo para quien tenga la ubicación exacta, no te puedo decir lo que me cuesta a mí decírtelo». Una ganadora y acuna en sus brazos «Los peligros de fumar en la cama». «Gracias por venir» dice la dedicatoria fechada en Buenos Aires: marzo 2023. Una primera edición de Galerna de «Bajar es lo peor» nunca llegará a las manos de su legítima ganadora, una chica de flequillo cortísimo y gafas anchas de armazón oscuro. Alguien lo toma desde tres asientos de distancia cuando la acomodadora se va. Pero habrá otra oportunidad al final del show, pasadas las 23, 30 cuando en la puerta del teatro repartirán más libros. Al bordó de los asientos se suma la luminosidad violáceo empurpurada del escenario, enmarcando un azul oceánico de fondo. Suena «Ashes to ashes», por Bowie, «Venus in furs» por la Velvet, temas que Enriquez eligió porque los ama. «La música es y será lo más importante en mi vida», dice en algún momento de esta presentación. Puede «elegir una canción en loop» en medio de la hechura de un cuento, contará después en el segmento de diálogo que mantendrá con el público, y eso le imprimirá un ritmo diferente al texto.Enriquez saldrá a escena tres veces en un escenario despojado que recrea dos livingcitos modestos para la lectura -un sillón de madera antiguo en uno, una mecedora en el otro-, acompañada en contrabajo por Horacio Hurtado y en saxo por Pablo Ledesma en saxo. Alejandro Bustos hará los dibujos en arena que completarán ese viaje onírico que fue la presentación. Foto: Julián Álvarez Fueron tres intervenciones de 45 minutos mediadas por 15 minutos de proyecciones del ‘fan art’ de sus seguidores. Fanzines, dibujos y recreaciones que replican cráneos, velas y escenas …