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Queridísimo Truman: una biografía para alumbrar la propia

Autoría: Gabriel Oliveri y Florencia Bendersky. Dirección: Florencia Bendersky. Elenco: Gabriel Oliveri, Sergio Grimblat y Cristóbal Barcesat. Música original y Sonido: Cristóbal Barcesat. Esc...

Autoría: Gabriel Oliveri y Florencia Bendersky. Dirección: Florencia Bendersky. Elenco: Gabriel Oliveri, Sergio Grimblat y Cristóbal Barcesat. Música original y Sonido: Cristóbal Barcesat. Escenografía y video: Gustavo Acevedo. Vestuario: Julio Suárez. Iluminación: Julio López. Sala: Teatro San Martín (Corrientes 1530). Funciones: Viernes, sábado y domingo de septiembre, a las 19.30; desde viernes 3 a miércoles 15 de octubre, a las 19.30 (menos lunes 6 y 13, y viernes 10). Duración: 75 minutos. Nuestra opinión: buena.

Es una sorpresa para los “teatreros” encontrar el nombre de Gabriel Oliveri en la programación del Teatro San Martín. En principio, porque muchos no saben quién es o no lo tenían asociado a los escenarios. Repasemos entonces: Oliveri es un ejecutivo de un prestigioso hotel porteño que también incursiona como panelista en programas de televisión (Pampita online, El hotel de los famosos, Pasaplatos, entre otros; este año acompaña a Horacio Cabak en Qué ver por LN+). También publicó el libro Una vida cinco estrellas. Autobiografía de autoayuda (Planeta, 2019).

Pero, además, Oliveri es actor. Con ese sueño llegó a Buenos Aires muy joven desde Concordia, Entre Ríos. Comenzó con el maestro Carlos Gandolfo, al que siguieron Julio Chávez, Luis Agustoni, Alejandro Catalán y, los últimos tiempos, Lili Popovich. El año pasado fue su debut actoral en Microteatro en Por quién doblan… las empanadas (dirigido por Popovich) donde personificó a Ernest Hemingway y, en ese mismo formato, dirigió La chica del buffet. Según cuenta él mismo festejando la coincidencia, fue su amiga, la autora y directora Florencia Bendersky, quien le propuso abordar a uno de sus escritores y personajes admirados, el escritor estadounidense Truman Capote.

Entonces, llegamos finalmente a Queridísimo Truman, en la sala Cunill Cabanellas del teatro San Martín, coescrito por Oliveri y -también a cargo de la dirección- Bendersky. El piano de Cristóbal Barcesat recibe a los espectadores hasta que el protagonista se presenta de cara a la platea a contar su historia. Porque todo comienza en su calurosa Concordia, el día que llega a sus manos A sangre fría, la consagratoria novela de no ficción de Capote sobre el asesinato de la familia Clutter (casi una década antes, en 1957, se había publicado la pionera del género, Operación masacre, de Rodolfo Walsh). Es en ese cruce entre su propia vida y la del escritor, entre lo autoreferencial y lo fáctico, donde se apoya la obra: ambos nacieron en lugares alejados de las grandes capitales, sufrieron por ser distintos y perseveraron con firmeza para alcanzar lo que deseaban. Oliveri, con pantalón y guayabera, es narrador de sus anécdotas y, con tapado de piel y sombrero, es intérprete del personaje Truman.

Referencias

Muy bien acompañado por el músico Barcesat y el cantante Sergio Grimblat -quienes además de tocar el piano, uno, y cantar, el otro, interpretan distintos personajes como la madre de Capote, su pareja estable Jack Dunphy, los asesinos de los Clutter-, Oliveri encarna distintos momentos de la vida del escritor, encuadrados en entrevistas televisivas como la del popular conductor Johnny Carson. Los libros que se referencian en la obra son el citado A sangre fría, la novela Desayuno en Tiffany’s y el que le provocó la expulsión del círculo de ricos y famosos por los secretos revelados, Plegarias atendidas. En la pared del fondo se proyectan algunas imágenes para ubicar a los espectadores: por ejemplo, la carátula de apertura del programa de Carson, el rostro de Audrey Hepburn (la protagonista del film Desayuno en Tiffany’s a quien Capote rechazaba) y los retratos, animados por la IA, de sus “cisnes”, las señoras influyentes a quienes traicionó. No aparecen (ni tenían porqué, es solo un dato) ni Marlon Brando ni Marilyn Monroe, a quienes les dedicó los extraordinarios textos El duque en sus dominios y Una hermosa niña.

Aunque no es estrictamente un musical ya que las canciones aparecen para ilustrar el relato pero no impulsan el avance de la acción, Queridísimo Truman se entreteje con la interpretación de Grimblat y Barcesat de varias canciones, muy variadas, desde “Strangers In The Night” cantada en castellano; “Garota de Ipanema”, en inglés; “New York City Boy”, de Pet Shop Boys, hasta una cumbia santafesina.

Oliveri se da el gusto de revivir a Capote en el escenario y lo hace con total convicción. Las escenas más interesantes son las que relacionan las vidas de ambos. Cuando se transforma en una sucesión biográfica del escritor, el dinamismo decae. Pero, como dice al final, en esta breve vida se trata de “atrapar vientos”. Adherimos a su entusiasmo pero nos preguntamos si es en el teatro público donde este sueño debía producirse.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/queridisimo-truman-una-biografia-para-alumbrar-la-propia-nid27092025/

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