Master Chef orbital: astronautas chinos cocinaron pollo y carne al horno en la estación espacial
Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción hoy es un hito de la gastronomía orbital que no tiene nada que envidiarle a la ...
Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción hoy es un hito de la gastronomía orbital que no tiene nada que envidiarle a la actual temporada de Master Chef Celebrities: dos astronautas chinos estrenaron su nuevo horno y cocinaron carne y pollo, una proeza teniendo en cuenta que lo hicieron en la estación espacial Tiangong, y que una cocción de este tipo no se había hecho nunca en la historia.
Las tripulaciones de las misiones Shenzhou 20 y Shenzhou 21, que actualmente residen en la estación espacial china Tiangong, pusieron en funcionamiento un horno espacial especialmente diseñado para usarse en microgravedad, marcando la primera vez que humanos no solo cocina pollo y carne, sino que también los comen en el espacio exterior.
Un banquete a 400 kilómetros de alturaLa escena se desarrolló a bordo de Tiangong, la estación espacial china, que orbita a unos 400 kilómetros de altitud y está tripulada por misiones de tres astronautas, que pasan seis meses en el espacio. En un video difundido recientemente, se vio al ingeniero de vuelo de Shenzhou 21, Wu Fei (el astronauta chino más joven hasta ahora, con 32 años), preparando la comida. Colocó alitas de pollo marinadas en una bandeja con una rejilla especial tipo jaula (similar a la que se usa para poner pescado a la parrilla), diseñada para evitar que los alimentos se desplacen en la microgravedad.
El Comandante de la misión, Zhang Lu, explicó que la receta involucró cocinar el pollo durante 28 minutos a 180 °C. El resultado fue tan sorprendente como prometedor: al sacar la comida del horno, diseñado especialmente para Tiangong, Wu Fei aseguró que las alitas de pollo chisporroteantes olían tan bien como se veían, según medios chinos.
Los seis tripulantes (los tres de la misión saliente y los que llegaron hae unos días) compartieron el pollo y coincidieron en que el sabor era “celestial”. Posteriormente, el astronauta Wang Jie, oriundo de la región de Mongolia Interior, conocida por su carne de alta calidad, preparó y compartió unos cortes de carne vacuna con pimienta negra.
Es más que una simple prueba culinariaEste experimento es el resultado de un desafío de ingeniería significativo. Liu Weibo, ingeniero del Centro de Astronautas de China, explicó la motivación cultural detrás del proyecto: “No importa dónde estemos los chinos, nos gusta comer caliente. Por eso preferimos cocinar, en vez de consumir alimentos liofilizados” (es decir, alimentos deshidratados para facilitar su traslado y conservación, y que se hidratan al momento de su consumo).
Sin embargo, crear un horno para el espacio no fue sencillo. A diferencia de la Tierra, donde el aire circula por convección dentro de un horno, ese proceso no ocurre en órbita. Los ingenieros, por lo tanto, tuvieron que diseñar un método único para calentar la comida, manejar los humos de la cocción y, fundamentalmente, garantizar la seguridad de la tripulación contra incendios.
Liu asegura que este dispositivo es el primero en el mundo que se puede utilizar para cocinar en el espacio exterior. Aunque Estados Unidos envió un horno a la Estación Espacial Internacional (EEI) en 2019 para hornear galletitas, esas galletitas fueron devueltas a la Tierra para análisis, y no fueron consumidas en órbita. El horno chino, por su parte, está integrado de forma permanente en los sistemas de Tiangong, proporciona condiciones de horneado consistentes y sin humo, y está certificado para resistir hasta 500 usos.
El valor psicológico de un plato calienteMás allá de la proeza técnica, esta nueva capacidad responde a una necesidad humana básica. Kang Guohua, profesor de ingeniería aeroespacial, señaló que estas comodidades son esenciales para mantener a las tripulaciones psicológicamente “conectadas” durante sus largas misiones orbitales. El horno permite enriquecer la variedad de comidas y mejorar la calidad de vida de los astronautas, ya que con él se puede “hacer tortas, asar carne o tostar maní”.
El gesto de cocinar carne asada, aunque sean solo unas presas de pollo, hace recordar al episodio de Space Force, la serie de Netflix estrenada en 2020 y protagonizada por Steve Carell, donde su personaje debe justificar, ante un comité parlamentario, por qué gastó 10.000 dólares en enviar una naranja a un astronauta: después de estar comiendo comida deshidratada, el gesto tiene que ver con darle “un poco del sabor de la Tierra”.
Así, el horno es un símbolo: el de la búsqueda de normalidad en entornos extremos, conectando a quienes viven en órbita con los pequeños placeres de la vida cotidiana terrestre.